domingo, 8 de julio de 2007

EL HOMBRE BICENTENARIO. Cómo convertirse en un ser humano.

Vale, aquí sale un poco mi mitad friki, si esa que no es superpija. Me leí el libro, de Asimov por supuesto, antes de que la película ni siquiera existiera, y adoro el libro. Dicho esto podríais suponer que voy a hacer un crítica muy muy negativa y nada más lejos de la realidad. Adoro la película, al contrario que Yo robot, pero eso es otro tema. Me encanta. El libro refleja un robot que es un error, que tiene corazón y que a lo largo del libro pasa por las fases para convertirse en un ser humano. Aunque parezca que la he destripado nada más lejos de la realidad.

El otro día alguien me contó que le habían dicho que era una película horrible. Eso es porque se quedó en la forma, y aunque la forma es perfecta y la actuación de Robin Williams en todo momento es increíblemente impecable. Al ser ciencia ficción tiene mala reputación y en ocasiones, si no te mueves en un mundo que la acepte, también tiene mala acogida. Creces con el personaje, comprendes lo que comprende, deseas lo que desea, te identificas plenamente con él y descubres pasajes históricos en su comportamiento. La necesidad de libertad, de amor, de comprensión, de autosuficiencia, de sentirse aceptado por sus semejantes, de pertenencia a un grupo aunque seas único o rarito. Es hermosa, larga y hermosa. Esta es una película para ver en el cine. Aunque si no puedes disfrutarla en el cine porque ya es demasiado tarde pues se estrenó en el 2000, siempre puedes alquilarla o lo que sea que hagas para conseguir las películas. Esto es un imperdible. Siempre que la ponen en la televisión, en más de una ocasión en 2 entregas, intento no perderme ni un segundo. Lloras, ries, te enfadas… pasas por todas las fases de la vida en sus escasos 132 minutos. Es bonita, es tierna, es dura, es perfectamente imperfecta, es humana.

No hay comentarios: