Del estilo de Entre Mujeres o Cosas que diría con solo mirarla, introducir a Jane Austeen ha sido un acierto. Los personajes se desarrollan según las obras que leen. Al final como en una novela de Jane Austeen triunfa el amor cuando debe hacerlo.
Las mujeres son complejas, nadie tiene que venir a explicárnoslo. Pero no siempre son las causantes de los desastres amorosos. Una pareja son dos y existen dos culpables. Las mujeres aman y se entregan, tienen miedo al amor, tienen tantas experiencias que intentan aconsejar. Los hombres se encuentran perdidos, necesitan estímulos y, lo fundamental, un hombre puede amar como una mujer, intensa, ardiente e incondicionalmente.
La premisa leé mis libros favoritos y me conocerás, yo leeré los tuyos porque me interesa saber como eres por dentro, me pareció interesante. Una alabanza a la cultura poco visto últimamente. Todo es válido en el amor, el miedo, el engaño, la persistencia, la cultura, los celos, cualquier cosa que haga la experiencia excitante y agradable.
Todos nos imaginamos alguna vez despertándonos hasta la muerte en la misma cama que el ser amado, o envejeciendo juntos. Parece una imagen un tanto atípica en la vida de hoy en día. Pero esta película es un canto a la esperanza. Si amas lo suficiente. Si te entregas lo suficiente. Si lees conmigo hasta el amanecer. Si escuchas cuando hablo. Entonces y sólo entonces puede que lleguemos al final de la vida juntos y felices.
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