EL ORFANATO. Dulce miedo.

No quería poner mi opinión sobre la película pero al final tengo que reconocer que la voy a poner. Resulta que soy una cagona. Lo que significa que me muero de miedo si voy a ver una película de miedo. Tengo que decir aquí que para mi opinión personal El orfanato, NO es una película de miedo. Sí, tiene 3 o 4 sustos pero no es de miedo. Es bonita y genial, pero no es de miedo. Sí, tiene niños relacionados con los sustos, pero no es de miedo. No es de miedo porque no sales asustado del cine, esperando que los niños. Sales con una sensación dulce. A pesar de que tiene sustos.
Yo, cuando tengo que explicarlo pregunto si la gente ha visto Dragonfly: La sombra de la libélula de Kevin Costner. Es como esta película, no es como Los otros o El sexto sentido, ni como La ventana secreta o El silencio de los corderos, ni siquiera es como Alien. Todo esto viene a decir que hay cuatro tipos de miedo. El primero, el miedo a los fantasmas que te deja revuelto al salir de la película. El segundo, el terror a los psicópatas y esquizofrénicos, que a mi no me da miedo, me mosquea y cabrea, pero tengo varios amigos que defienden que este es el peor. El tercero es el de casquería. El cuarto este último que para mi no es miedo, es el miedo este dulce en el que todo pasa por una razón que al final te deja con esa sensación dulce.
Como película es bonita, tierna y esta muy bien realizada. A mi me gustó y la disfruté. Me asusté dos o tres veces, pero no tuve pesadillas con los niños. Es según yo una película de misterio, de como se curan las heridas y de que existen heridas que traspasan el espacio-tiempo. Así que si alguien quiere apoyar al cine español, esta es una muy buena opción.

FRACTURE. Calcula las consecuencias de tus actos.

Es curioso que el protagonista esté obsesionado por pequeños juegos de canicas que dependen de las consecuencias. Es una especie de pitagora switch con clase. Algo muy propio de personas inteligentes. Porque todos sabemos que a las personas inteligentes les gusta más pasarse horas viendo como una canica cae que viendo la caja tonta o leyendo un libro o teniendo amigos. Pero claro alguien que se carga a su mujer... a lo mejor después no le quedan muchos amigos.
La película parte de un dogma bastante cierto y a la vez incierto. Este dogma es que si te fijas bien, todos tenemos algún defecto, es decir ningún huevo es perfecto. Sólo hay que encontrar el defecto que nos hará caer. Yo personalmente tengo 1122 defectos y cualquiera de ellos puede hundirme. El punto en el que discrepo es que como ser humano también creo que puede que me de cuenta de mis defectos o errores y los arregle o le pida a alguien que me ayude. Pero la película se queda en averiguar cual es el defecto de quién y explotarlo. Debo añadir, que la película es de esas que me ponen de los nervios, no sé porque pero lo consiguen. Pero es interesante. A pesar de que Anthony haga una adaptación de su personaje más famoso y juegue con su pequeño nuevo amigo, el abogado. Un abogadito tontito que con este caso se da cuenta de que lugar quiere ocupar en el mundo. ¡Qué bonita es la ficción!

Serie: QUARTERLIFE. La crisis de los 25.

Esta serie on-line es un poco especial. Está en inglés, primera pega. Pretende ser lo que My so called life o Treintaitantos fueron para sus respectivas generaciones, no sé si lo conseguirá. Viene a decir que cuando se supone, porque te lo venden así, que tu vida empieza a encauzarse es cuando menos entiendes el mundo. Antes siempre tienes un plan: el cole, el instituto, la universidad. Es un camino fácil y las decisiones son poco importantes. Te venden que es la mejor época de tu vida, y realmente es un momento en el que te sientes perdido y tienes ganas de gritar para que alguien te vea o te oiga. En ese momento que se supone que tienes un trabajo que te gusta, y lo que realmente acabas haciendo es llevar cafés de un lado para otro, mientras otros se apropian de tus ideas, si es que consigues hacerte un hueco. Tu vida no es como la esperabas. Nada ha cambiado realmente, pero tu suponías que lo haría. Esos sueños que tenías en primaria se desvanecen ante la realidad. Tu pensabas que triunfarías en este mundo y acabas siendo un engranaje más de la maquinaria. Una personita triste intentando que la escojan para jugar.
Ese tono pesimista siempre le ha dado resultado a los dramas centrados en una época de la vida. Ese tono de crisis perpetua. Ahora no sabemos que hacer, no sabemos que decir, no sabemos como enfrentarnos al mundo. Las nuevas generaciones, la generación de la comunicación, de la información, del conocimiento, se halla perdida intentando llegar a algún lugar el cual no queda muy claro donde está. Pero mientras tanto nos comunicamos por internet.
Yo me encuentro en este momento de mi vida, y lo entiendo. Como también entendí My so called life, porque era adolescente cuando llegó a España. Así que estoy en ese lugar perdido donde intentas averiguar quien eres y hacia donde se dirige tu vida. Donde cada decisión marca un antes y un después. Un lugar extraño, lleno de dudas y de sentimientos no muy positivos. Se suponía que la vida iba a ser un cuento de hadas ¿no? Al menos eso dice la tele y los libros infantiles. Pero lo cierto es que la vida es un lugar donde cada vez te sientes más perdido y entiendes menos. Así que si estáis en la veintena o recordáis la angustia de ser jóvenes, de ir a la deriva, os dejo el link a la pagina.

FEAR AND TREMLING. Agua y aceite.

Siguiendo el ejemplo de Zon voy a hacer la crítica a esta película que es imposible de ver en Alicante, no sé si en España. Además es una película Francojaponesa de 2003. La vi en Japonés subtitulada.
Si os gustan las películas sobre conflictos culturales. Si queréis ver como es trabajar en Japón y como funcionan las grandes compañías allí. Si queréis aprender como dos culturas tan diferentes interactúan, ahí la tenéis. Basada en la experiencia de la autora Amélie Nothomb, relata increiblemente como dos culturas que son como el agua y el aceite intentan interactuar a principios de los 90.
Película de estética minimalista japonesa llena de ironía europea. A mi me dejó encandilada y reafirmo la impresión que yo me llevé de Japón este verano. La visión que nosotros los occidentales tenemos de Japón se aleja a veces un poco porque la rodeamos de romanticismo. Pero para un extranjero las cosas en Japón son más difíciles y nunca llegas a adquirir la cultura porque nuestras costumbres distan mucho de las suyas. Y tus ojos les recuerdan que no eres japonés. Aunque para bien, las cosas van cambiando poco a poco. La globalización que llaman. La recomiendo, a pesar de que en algunos momentos quieras matar a algunos personajes.