Divertida y certera como la canción de Bon Jovi. Es lo único que le faltó a la película, la canción. Al más puro estilo de Walter Matau y Jack Lemon la película es una sucesión de diálogos perfectamente sincronizados. Tiene una pega, el presupuesto se lo han gastado en los actores. Los decorados son los más cutres que he visto en años y de vez en cuando te sacan de la película.
Nada que decir acerca de los actores que están sublimes. Como caracteriza a Jack Nicholson la película tiene su punto excéntrico. Morgan por su parte a veces me parece sublime y otras un pobre actorcito, aunque debo de reconocer que en esta película está al nivel de su partener, lo cual es mucho decir a su favor.
La historia no es gran cosa. Trata un tema curioso, no por original, ni por el tratamiento, sino por la moda, el cáncer. Últimamente les ha dado por hacer películas sobre las enfermedades de moda, alzheimer, cáncer, ya no es el sida. Sí bien es cierto que un 60% de las personas con cáncer lo superan, sigue habiendo un temor latente en la sociedad. Esta película intenta dar un sentido a la vida y reflejar que vivas o mueras, lo importante es que hayas disfrutado y hayas amado lo suficiente en la vida.
Yo la pondría al nivel de La fuerza del cariño, aunque la amargura no es tanta y, tiene más sentido del humor. Afrontar las cosas malas y disfrutar de las buenas siempre lo mejor que se pueda. Pero al final puede que derrame por tu mejilla una lagrimilla y descubras quién es la mujer más bella del mundo.
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